viernes, 11 de diciembre de 2009

Passing fantasy.


Soy un alma sin rumbo, susceptible a ser estudiada, de aficiones bastante cuestionables. Soy un caracol, lento, sin casa, pero de huella permanente. He participado en decenas de carreras y he perdido todas por perderme.
No reconozco los objetivos vitales marcados, no hallo límites sensacionales y paso del éxtasis al hundimiento crónico. Intenté llevar la cuenta de las veces que quise morir, pero el día que llegaba con una sonrisa perdía todas las cuentas, las ganas, los zapatos.
He hallado en el horizonte una línea divisoria abstracta, un pequeño espacio en el que me pierdo, si el sol puede desaparecer yo también lo hago.
Soy princesa de los charcos cuando llueve, he aprendido a esconderme cuando truena, y cuando no también.

miércoles, 25 de noviembre de 2009

Mecánicamente axfisiante.


Ésta soy yo y ésto es el principio del final.
Ya no hay herida, hay costra. ¿Acaso no se te planteó ya entonces claramente, entre el murmullo de la lluvia, o el trepidar del avión que despegaba? Te dijiste que era la lluvia, que era el ruido de los motores. ¿Más claro? Era puramente hipotético, es cierto, pero ahora están cavando un hoyo, ¡un hoyo!, y no preveo decisión alguna.
Atormenta, desquicia, quieres jugar bien, con fuerza y con tu tragedia, con las convulsiones y hemorragias de los jueves por la tarde, las gotas golpeando el cristal y los calcetines mojados. Quieres jugar bien.

jueves, 12 de noviembre de 2009

Hot mess.


Las chicas con la sombra de ojos corrida suelen vivir deprisa. Aprenden desde pequeñas a esconder cualquier problema detrás de una sonrisa. Parecen felices enredándose el pelo con los dedos, a veces dan un poquito de miedo pues parece que te van a morder.
Son aquellas que te encontrarías en los lugares más oscuros, en los suburbios, perdidas con su pintalabios rojo y su sombra de ojos - siempre. Tumbadas en la carretera, en el baño de cualquier club. Bebiendo, vomitando, metiéndose, fumando, besando a los hombres que nunca querrán.
Aparentan ser inocentes, frágiles, inofensivas. Pero nada es lo que parece, ¿verdad?

sábado, 7 de noviembre de 2009

Núcleo urbano desintegrado.


Yo vivo en uno de esos bloques repletos de humanos.
Ojalá ardieran todas las torres, sus corazones, como pólvora, y fuegos artificiales.
Y el cielo quedaría surcado de rayas de colores, de almas, cada una con un matiz diferente de todas las tonalidades del arco iris.
Luego risas, explosiones, más tarde humo.

Sobreviven los amantes que se escondían juntos bajo las sábanas.

miércoles, 28 de octubre de 2009

My generation.


Estáis (estamos) contaminados social y moralmente. Mutilados, sin sentimientos propios de una realidad, que claro, al principio se difuminó volviéndose abstracta, y ahora es sólo un recuerdo. Quizá simpático, bonito, pero absurdo y lejano. Y hacen películas sobre ello, y lloráis. Y escriben, y no relacionáis las palabras con posibles hechos. Ay, no hemos vivido casi nada, pero es porque no queréis.

jueves, 15 de octubre de 2009

Explotar y/o morir.


Perdonen la intrusión, pero la presión en el interior de este espacio hueco me resulta incómoda. La situación actual en cada contexto y ecosistema presenta un carácter corrosivo, que desgasta e inutiliza cada sentido. Deriva toda emoción, hasta reducirla a h2o.
¿En qué año se volvieron difíciles, insoportables e incómodas las relaciones humanas?
Y asumir la diferencia, la lejanía con la gente más cercana, reprimiendo los impulsos más primitivos, el odio, y la tentación de no salir nunca más, de evitar este contacto. Ahora es indiferente.
¿Por qué aquí? se convierte en la interrogación diaria, un pobre producto para horas de reflexión.
Quiero ser obviada, habitar en otra dimensión paralela, dónde cada uno se cocine sus palabras.
Olvidadme.

martes, 29 de septiembre de 2009

El azul me recuerda siempre a..


Cuánto odié esas canciones y cuánto me llenaron sus letras. Qué bonito fue durante y qué mal estuvimos después. La ciudad se nos ha quedado pequeña, pero el cielo se ha ensanchado, las nubes sobrevuelan cabezas, cargadas de lágrimas que nos van a llover.
Luego dijeron que el horizonte es una falacia, esconde a un sol cansado que apaga y se marcha, que no es de amor de lo que se componen los besos. Tú dime que lo nuestro fue cierto. Y todas las medias de rejillas que se rompieron de camino a tu cama no quedarán tan lejos, seguirán enredando recuerdos.

viernes, 25 de septiembre de 2009

Soledad multitudinaria.


A mis años, y tantos sueños. Aún después de los tropiezos. De las manos, de las bocas que no me entendían. Tantos sueños, aunque ya nunca sonría. Porque los litros de alcohol sólo sirven para curar las heridas más superficiales, y grabar a noventa grados recuerdos más bien adentro. Tantos años y aún no he vivido. Por roces, tragos, caídas, miradas, subidas, bajadas, caricias y lágrimas, medimos el tiempo y al final nos sabe a nada.

martes, 8 de septiembre de 2009

We could have fallen in love.


Mediodía de dolores, noches de insomnio. Sombras, tu ausencia. Burbujas en vez de ojeras. Y no saber si te quise o te quise perder.

Azules, tus ojos, blancas, tu cama y tu sonrisa. Rojizas y oscuras las tardes que restan, que resbalan por las piernas de aquellas que pasaron por tu vida.

Mojadas, pequeñas, ya conocidas, se hiceron amigas, las lágrimas que humdecen las mejillas que un día, rosadas, acariciabas, ya hoy desteñidas.

Perdida, siempre acabo perdida.

domingo, 16 de agosto de 2009

Yo no crezco, sólo me equivoco.


Se avecinan otros tiempos, el viento ha cambiado, llegan nuevos miedos. A estas alturas, el dolor y yo nos hemos encontrado muchas veces. Nos conocemos, pero aún estamos descubriendo quién es más fuerte. . Pero, ¿el dolor quién lo-cura? Nadie encuentra a nadie, aunque no pinta tan feo si eres consciente de que una vez que has tocado fondo sólo puedes subir, volver a la superficie, a respirar. Y coger aire, más oxígeno, porque siempre vuelven las tormentas, y nosotros a ahogarnos.

Hablando de dolor y locura.., no me despiertes.




(Y esta vez no me atreví a escribirlo.., al menos no aquí ni ahora.
Tristemente, y menos mal, todo acaba saliendo al final. Todas las palabras explotan, duelen y se escapan. Y así quedará algo, cuando en realidad no reste nada.)

miércoles, 12 de agosto de 2009

En Agosto también puede llover.


Me gusta encontrarme contigo por la calle y adivinarte las sonrisas, pero esas son las menos veces. Porque otras pasas llorando y parece que ha estado lloviendo durante meses y sin parar. Yo me pregunto entonces qué te podrá pasar y qué podría hacer alguien como yo. Y se me ocurre cogerte la mano antes de que te des cuenta y no soltarla nunca. Acabo chocándome con alguien o tropezándome con el mismo suelo, sólo para darme cuenta de lo imbécil que soy.

lunes, 27 de julio de 2009

Y no me importa.


Ayer me desperté y yo ya no era yo. Con las mismas ganas, pero ahora no de todo, sólo son ganas de algo. En los bolsillos sigo guardando dos sobres: el de quien fue especial y el de quien quiso serlo y su sonrisa es lo único que hoy recuerdo. Puede ser que confundiésemos caramelos con pastillas y jarabe para la tos con bebidas destiladas baratas. Puede ser. Quizá necesitemos gafas. Realmente no veo bien de lejos, últimamente me daba golpes contra todo y contra nada (hablando de: nada tiene sentido ahora..) Sin embargo, Resultó curioso caminar sola, saber estar un poco más conmigo y sonreírme porque he aprendido a callar para poder soportarme.
Sí, tal vez tengas razón y ya no trate con mil mitades de persona. También incluso hablarán mal de mí (las mil mitades y otras cuantas más), pero puedo contestar bien en vez de bueno si me preguntan qué tal.

martes, 21 de julio de 2009

Nubes de polvo que no saben a azúcar.


Yo soy amiga del cielo.
Porque a veces es tan sencillo mirarlo de reojo.
Y saber que va a llover.
Porque estoy sola debajo de setecientos millones de nubes.


Otras veces podemos volar.

viernes, 10 de julio de 2009

Cosas.


Si lo sé, claro que lo sé. La culpa de todo la tienen estos diecisiete. Que dirán que no, pero es una edad muy complicada, por eso aquella tendencia a dejarse llevar.


Verán, los zapatos de tacón suenan muy bien, pero a mí me hacen pupa en los pies. Los vestidos escotados, las falditas cortas (¿llevas o no llevas nada?), estas camisetas que desde arriba se te ven los pies y de frente el ombligo, las sandalias estas que se llevan ahora, los pañuelos, los fulares, treinta grados, señores, y en la sombra, ponte una pamela, mejor un sombrero de copa. Te invito a una (y nos tomamos siete). Gafas de sol aunque sea de noche. Uh, qué frio, pero lo dices alto, te oye, a tu lado. ¿Un cigarro? No fumas, pero ya te lo estás fumando. Uy, qué tarde. No importa, nadie tiene hora, y si la tenía no es la primera vez que llega tarde. Ay, nosotros nos hemos escapado. Y vuelven a entrar a sus casas por la ventana.

domingo, 5 de julio de 2009

Acceso restringido de cabeza a corazón.


Buenas noches desde mi escondite, que son las sábanas de tu piel. Quizás después de bailar con antifaces y máscaras me quieras pisar un poquito los pies. Querías demostrarme que había algún tipo de magia, pero no sabías que toda la tenía yo. Y es que si existe, creo que es lo que tengo en los bolsillos. Que bonito saber que desde algún día y para siempre podremos despertarnos al lado, que tu mano roce mi mano. Pero aún no me has encontrado, y sigo debajo de estas sábanas de miel..

lunes, 29 de junio de 2009

Llevo así días.


Os voy a contar algo, ¿sabéis?. Os voy a explicar porque la persona con los ojos más brillantes de este mundo no me quiere.


Porque no soy bonita.


Podría tener los ojos más grandes, de este mismo color coca-cola, a lo mejor un poco rasgados. Unas pestañas más largas. La nariz más pequeña y más graciosa. Una sonrisa enorme y diaria. Una piel más blanca y el pelo aún más oscuro, y largo, muy largo.. Quizás unas clavículas más marcadas, una cintura a la que siempre quieras colgarte, unas piernas más largas. Unas manos más bonitas, de esas que nunca quieres soltar, y unos pies que se enganchen todas las mañanas en tus sábanas.


Ojalá fuera bonita.

martes, 16 de junio de 2009

Haz lo que puedas.


Me estoy odiando, pero sé que en el fondo yo no tengo la culpa. Supongo que son las desventajas de tener un corazón a pilas.

Llevo dando vueltas sobre mis zapatos desde la semana pasada, llevo sin señal desde entonces y emitiendo de vez en cuando algún anuncio publicitario, "Se vende corazón", "Se regala maquinita a pilas", y es que ya no vale para nada.

Te quiero, pero a mí manera, tenía miedo de naufragar, ayer me hundí y hoy toco fondo, mañana puedo volver a flote.
No tengo prisa pero me falta el tiempo. Hay un no sé qué durmiendo aquí adentro, sin pagar el alquiler y robándome el aliento. Mientras no pueda respirar mejor no intento hablar y nos ahorramos tonterías, porque igualmente no me iba a poder explicar.

¿He dicho que te quiero?

Puede que sólo sea eso.



sábado, 16 de mayo de 2009

Una de tantas.

Después se ha quedado jugando sola entre las sábanas.
Rozaba una pierna con la otra. Se acariciaba el cuello. Se retorcía los mechones ya enredados de pelo.
Era sólo un pequeño consuelo, un regalo de consolación que se hacía a sí misma. Y es que sus ropas, arrugadas y esparcidas por el suelo, sentenciaban que esa noche había ganado la tentación.

La noche anterior se había rendido; esa cama había sido testigo de una de las más grandes batallas que se habían librado en esa habitación.


¿Qué otra cosa podría haber sucedido sino?
La atrapó por la cintura, rozándole la oreja con la nariz. Sintió su respiración en el cuello. Pronto su boca se convirtió en su presa también, y escaló por su tripa, y su pecho, y..

domingo, 26 de abril de 2009

Supermagical stuff.


Su vida era de colores. De pastillas de colores.

Pero, no sé, estas cosas pasan. Y es algo que pasa continuamente, la gente muere. No es que esta certeza me proporcione un consuelo reconfortante ni ningún tipo de alegría.


(Echa un chorro de leche fría y diecisiete cucharadas de azúcar en el café amargo de la noche anterior, en un intento fallido de ¿quitarse el mal sabor de boca? Vosotros sabréis)



Y el sol la despertaba a besos; uno por cada rayo de sol intruso colándose por la persiana.



domingo, 5 de abril de 2009

Si ya nunca jamás somos.

Si al levantar el borde de la sábana ya no estoy.

Si no revives en la cenagosa e incierta profundidad del pantano de mis ojos.

Si la irrealidad te enferma pero ya te has dicho más de siete veces "soy mayor".

Si lo que queda de nosotros sólo son fotografías amarillentas y desenfocadas en actitudes remotas de personajes que ya no reconoces.

Si sólo eres un recuerdo..

sábado, 4 de abril de 2009

Naufragio.


Después de presenciar y sufrir el mayor diluvio que haya tenido lugar en cualquier planeta del universo..., y mira que usamos - o al menos lo intentamos - las sonrisas del de al lado como salvavidas. ¡Y nos hemos ahogado!

Todo lo que conocíamos se reduce hoy a cuatro ruidos, porque hacía días, luego meses y ahora años que yo no escucho tu voz y que yo no soy para ti más que una subida o bajada de marea de vez en cuando, y así, por lo menos, te acordarás de un verano que se fabricó para dos. Pero qué triste, qué sarcástico, ver como nos rendimos, no sin antes intentar recoger los cristales rotos y esparcidos por nuestro parque. Y más triste todavía es conservar aún los cortes y las heridas, que me duelan y yo te duela como si fuéramos nuestra propia enfermedad. Y más sarcástico aún, si puede ser, es que ni siquiera tengamos historia, bien porque no quisimos, o bien porque a alguien se le olvidó la tinta y el papel. Pero algo faltó, y hablando de faltas, ahora me faltas tú, y cada vez que mi corazón pasa lista anota en un latido una falta injustificada.




Te digo que en nuestro parque las hojas tardan mucho en caer, y podría esperar un otoño entero y sin darme cuenta amanecer con tu respiración en mi cuello..

domingo, 22 de febrero de 2009

Infancia prolongada.


Dicen que cuando te haces mayor olvidas.

Pero si quieres seguir columpiándote en la luna, puedes. De hecho, puedes acomodarte en mi regazo, soñar y vivir otra vez. Y cuando despiertes, ay, puedes secarte las lágrimas con mi jersey, claro.

Puedes quedarte a vivir en el último suspiro, en el último bostezo, en la última bocanada de aire que inspiraste para soplar las velas en tu doceavo cumpleaños. Puedes rodar por la hierba, oler a azúcar y miel.


¿Sabes? Puedes calzar un veintiocho y medir tu sonrisa con un metro de carpintero, puedes quedarte a vivir dentro de mí.

jueves, 19 de febrero de 2009

"A lo mejor quieres venir conmigo".


¿Pero que historia trágica me estás contando? Déjate de príncipes sentimentales y damas de alta cuna, que mira, si te quieres tirar de una torre enganchado de unas sábanas..te tiras, que a mi me parece fantástico y genial. Montas el espectáculo y por lo menos comemos este mes. No, tus besos no alimentaban. No, no quiero que me beses más, ni ahora ni mañana, ni pasado. Ni nunca.

¿Te he dicho ya que me olvides? Ay, no, siempre se me olvida esa parte. Tal vez porque se me olvida olvidarte, y olvidando todo, me aferro a un recuerdo que sólo deletrea tu nombre.



Ah, mejor si dejas de hacer malabares con mis sentimientos, gracias.

martes, 10 de febrero de 2009

Pérdidas y perdida.


Constatando pérdidas, una detrás de otra, como si desfilaran en fila india.
¿Has masticado alguna vez una piedra? ¿Te has secado las lágrimas con papel de lija?
La sensación propia del último latido del corazón, que intenta alcanzar a sus compañeros de faena, pero, indudablemente, eso que oye, ya no son latidos, es el insensible eco de lo que alguna vez estuvo vivo. Se choca de frente con nadie y se hace mucho daño.
La última sonrisa, dibujándose en su cara y deformándose en una mueca que ya no olvido, ya no olvido nada. Esto se me ocurrió demasiado tarde, cuando me dí cuenta de que olvidar es quedarse en blanco, y así morir poquito a poco, casi como un molinillo de viento al que soplé ayer pidiendo deseos (Esos amarillos y blancos, que nunca se cumplirán)

He perdido mucho y muy a menudo. No sé sobrellevar estas cosas, ya sabes, no son temas que puedas discutir con hacienda ni con la oficina de objetos perdidos. Y hoy he empezado a perder la cabeza también.

viernes, 30 de enero de 2009

Corazones cosidos (y remendados)



Venía de puntillas y en silencio, porque sabía que aún no estaría dormido.
Entonces se acercaba a mí y me susurraba al oído un "¡muérdeme!", para colarse entre mis sábanas.
Y yo, que por ese entonces le subía la falda hasta a las montañas, le mordía el corazón, sin saber que era manufacturado.
Así, una noche de tantas, se rompió en mi cama, se deshizo en notas musicales y sonó a tristeza.

miércoles, 21 de enero de 2009

Cómo aprender a morir sin murmurar.




Te había imaginado leyendo. Luego me habrías soltado la mano y ya no me tocarías el pelo. Entiéndeme.
Yo escribo sin respetar los límites, sin pagar las aduanas. Sobre temas que debería prohibirme. Escribo mal, unas veces demasiado y otras no lo suficiente. Pero sería elogiar lo insípido no hacerlo, y callar lo que una ya no ignora, quemándole la lengua en el paladar y pesándole la pluma en la manos.
Campanilla se automedica y luego pasa lo que pasa. Vamos, niños perdidos, ¡dad palmadas si creéis en las hadas!

martes, 13 de enero de 2009

El problema de la caja torácica y la de bombones.


¿Apadrinarían ustedes un corazón de palpitar horrísono? El oxígeno no llega por el sinuoso sendero aórtico y la compresión pulmonar te provoca la nulidad funcional de cada sentido. Ah, todo se vuelve psicodélico. Extrapolarización en todos los contextos.
El espejo y su mímeis, tú y tus intentos fatídicos de síntesis, que acaban en destintes. La euforia te transporta al País de las Maravillas, y te extravías. Resulta que, cuando te encuentras, eres tú en esencia; libre, limpia de cosas añadidas o mezcladas o superfluas.
Pero hace frío, ¡olvidaste el abrigo! Y para ti la poiquilotermia es un problema, así que compras un billete de vuelta.
Algún día te desquitarás del mundo, pero de momento esperamos hasta entonces (¡sine die!) sujetos a las condiciones de la promoción y prolongando una novela hipovolémica y esta ensimismación - que me resulta entre poética y patética.

martes, 6 de enero de 2009

Necesariamente..una pequeña proyección.


Hace años que no pienso. Entiéndase, que no pienso en nadie, porque, eso sí, tengo la extraña costumbre de pensar al acostarme, al dar la última vuelta debajo de las sábanas, cuando quedo de cara a la pared fría.
Por eso, no sé cómo ni desde cuando he llegado a pensar en ti, como esta última noche. Ya sé que todo se debe a mi poca instrucción, pero ya sabes que yo de eso no tengo la culpa, y que si sigo haciéndolo todo se puede hundir, y yo la primera.
¿En qué minuto apareciste en mi vida? Un smackdown emocional. Y desde entonces, llevo planeando aniquilar y sustituir tu imagen, eso sin apenas saber de ti y sin tener ningún trato contigo.
Al principio, pensé en huir y compré un mapa, para tratar de evitar la esquizofrenia geográfica (y lingüística), que podría conducirme a un fin demente, criminal o suicida o yo qué sé. Y al final yo no pude dar ni un paso y te escapaste tú, así yo no cambié de dirección por si, de repente, me escribías algún día en francés.
Me despierto, y ya no estaba pensando sino que había estado mis siete horas de sueño - si eran siete, eso con mucha suerte - recordándo e imaginando, que era incluso peor porque después me lo creía. Ya conoces los efectos secundarios de los sueños.
Esta mañana no me acordaba de casi nada, apenas sabía que había pensado en ti como hacía antes muchas (todas) las noches. Para mi sorpresa, no sentía ni las antiguas taquicardias ni el dolor por todo el cuerpo, ya diagnosticado como patológico, pero sí algo en el estómago, como si hubiese tragado una disolución melancólica, y con el fin de digerirla cuanto antes, todavía no he desayunado. Por eso no he comido nada, para recordar qué fue real y el sueño de lo que fue real (aunque prefiriese no distinguir), y ya veremos cuando lo hago.

domingo, 4 de enero de 2009

Giving up is easy.


"¿Y qué?", había pensado tantas veces. ¿Año nuevo, vida nueva? Pues a mí eso nunca me había pasado (ni por la cabeza) Después de rezarle a Kurt Cobain, para que se compadezca y nos regale un poquito más de rock, después de leer libros que ya había leído, después de regar mi planta que tenía mucha sed... Seguía siendo yo.

Aunque había decidido darle una vuelta de noventa grados a mi vida - trescientos sesenta nos llevarían a lo mismo, doscientos setenta son demasiados y perdería el equilibrio, ciento ochenta..¡mi mundo ya es demasiado desastroso como para vivir cabeza abajo y del revés! - jamás lo conseguiría.

Me gustan los concertos, claro, pero incluso más los conciertos de cualquier grupo no nacional. Podía degustar un best-seller y despreciar un clásico, al igual que había renunciado a leer muchos libros por su popularidad y me encantaban autores pasados. Puedo llorar de la risa con ellos, puedo llegar a casa y llorar de miedo. Ducharme con agua caliente pero bañarme en hielo. Me gustan los vestidos y los tacones (si no tengo que llevarlos yo), pero prefiero los pantalones y zapatillas porque puedo correr mejor. ¿Correr? ¿Por qué iba a tener que correr? Y otra vez acechando el noséqué, que no llama a la puerta y se cuela por la ventana.

¿Cómo? ¿Cómo equilibrar todo eso? ¿Dando muchas vueltas? ¿De cuántos grados cada una? Otra vez pidiendo ayuda, demasiado tarde, cuando la protagonista de la película está agarrada por el pie, y sabes que no conseguirá escapar. ¿Que veo muchas películas? A lo mejor. Pero me dedico a ser yo.

¿Qué sucede? Está bien, me voy, me voy a contaminar la atmósfera de otro con mis palabras, hasta asfixiar, hasta que ponga la misma cara que tú. Pero, ¿sabes?, me encanta Shakespeare, y ya habrás notado mi afán por citar a mis autores favoritos. "El mundo me parece lo que es: un teatro, en que cada uno hace un papel. El mío es ... bien triste".




(Dedo Polvoriento jugaba con el fuego también)





jueves, 1 de enero de 2009

Cualquier tarde de invierno.


¡Qué rueden cabezas! ¡Qué se arrodillen los poetas por cada verso de amor! ¡Qué se extingan los peces porque ya no creo en el pescado rebozado ni en los palitos de merluza! Siempre le podremos dedicar canciones a cualquier ciudad, a Madrid, porque siempre podríamos enamorarnos allí. Siempre..pero ahora no. ¡Qué se despedacen todos los jarrones con flores y éstas crezcan libres! ¡Qué no se acaben nunca las novelas de aventuras donde los protagonistas no somos ni tú ni yo! Piérdete en el aire. ¡Ahora sólo creo en las luces de neón!





(Feliz año y esas cosas que se dicen. Yo me perderé durante un tiempo, o apareceré de vez en cuando, o quién sabe)