jueves, 18 de diciembre de 2008

¿Un poco de pimentón?



¿Qué necesitas? ¿Luces? ¿Más luces? Y le regala las estrellas. ¿Tiempo? ¿Cuánto tiempo? ¡Pero no quiere un reloj de muñeca! ¿Sed? ¿Tienes sed? ¡Y le ofrecía el mar sin pensar en la sal! ¿Colores? ¿Cuál prefieres? Le bajaba el arco iris para que eligiera.

No me despiertes, otra vez el ya conocido "¡Buenos días, princesa!", porque esto más que un cuento es una tragicomedia, yo no tengo un pelo de princesa y tú sólo eres un loco reincidente.

¿Un poco de pimentón? Sólo para que desaparezca el sabor amargo, ¡por favor! Aliméntate de mis desgracias, antes de que caduquen. Cómete, si gustas, también las nubes de aquí dentro (¡todo su cuerpo!) y acaba con las voces (entonces se señalaba la cabecita). Escribió en un papel que no debía verle nunca más y se lo guardó en el bolsillo con gran resolución.

Así, pasó el tiempo, y cuando éste decidiera dejar de pasar para ella, escaparía en forma de nebulosa verde botella, burdeos, azul cielo, rosada, amarillo limón, negra y salmón, mezclándose entre la gente, intentando vivir de nuevo, apagando luces, derrochando el tiempo, rompiendo vasos de cristal tirándolos contra el suelo.


(Y buscando por las calles - y hasta debajo de las alfombras - esa cara conocida, porque los papeles arrugados y amarillentos ya no sirven para nada)

3 comentarios:

  1. El "Buenos días, princesa", acababa en tragedia.



    Miau

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  2. Me encanta tu dominio de la lengua, tus metáforas, la manera de explayarte con tantos y tan buenos recursos.
    Lisa♥

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  3. U rock baby!!! tengo que escribir dos articulos sobre dos libros que tengo que leer, y no sé si haré de crítico literario, pero si sigo así, espero poder escribir sobre un libro tuyo algún día... U're truly amazing and inspirational! miss u!

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