¿A qué sabe el último beso? Mal. Esto pasaba diez segundos después, mientras abría la puerta, y subía las escaleras del portal. Mal, muy mal.
- ¿Carla, quieres algo de cenar? - oyó nada más entrar en casa.
- No - de cenar quería morirse -, gracias.
- No - de cenar quería morirse -, gracias.
Y corrió a su habitación porque la tempestad podía estallar en cualquier momento. Y es que aunque siempre pareciera impasible, rehuyera las miradas de Luis mientras la llevaba a casa, acostumbrase a no contestarle,..¿Quién sabía lo que ella tenía dentro?
Pongamos que Luis era artista, pero Carla era la bohemia. Mientras él pintaba, ella le contaba cuentos - con palabras a medida - y se contagiaban el uno del otro.
Una vez, Luis le pidió una historia, una historia propia, sólamente un sueño, y Carla no la supo escribir. Al igual que él no la podría dibujar sobre papel, aunque dibujara con sus dedos corazones sobre su piel.
- Es muy bonito este cuadro, ¿no crees? La chica me recuerda al anuncio de Chanel, ¿puede ser?
- Oh, sí, claro, puede ser - respodía Carla, mordiéndose la lengua mientras daba media vuelta. Lo había vuelto a hacer. ¿Chanel? ¡Si era completamente Sara!
Aunque Carla entraba y salía de su vida, y en realidad no le daba importancia, porque sólo le importaba él y, de una manera u otra, le tenía - cuando podían tenerse.
Con el tiempo, Carla tenía que rebuscar las frases correctas, palabras adecuadas, palabras quedas. Queda raro, suena mal y a veces hace daño, que sea ahora, cuando ya no queda nada - ¡no puede quedar nada! -, que Carla empiece a escribir, mientras él se despide un sinfín de veces.
En cuanto bajó del coche, supo que se había acabado. Para siempre. Cuando quieres a alguien, esas cosas se saben.
Al aire acondicionado de mi vida, que me emborrachaba en verano (y no sólo de alcohol, sino de besos)
lisa, has conseguido dominar mis timidos cinco sentido durante dos minutos que leia esto..(L)
ResponderEliminarGenial
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