domingo, 16 de agosto de 2009

Yo no crezco, sólo me equivoco.


Se avecinan otros tiempos, el viento ha cambiado, llegan nuevos miedos. A estas alturas, el dolor y yo nos hemos encontrado muchas veces. Nos conocemos, pero aún estamos descubriendo quién es más fuerte. . Pero, ¿el dolor quién lo-cura? Nadie encuentra a nadie, aunque no pinta tan feo si eres consciente de que una vez que has tocado fondo sólo puedes subir, volver a la superficie, a respirar. Y coger aire, más oxígeno, porque siempre vuelven las tormentas, y nosotros a ahogarnos.

Hablando de dolor y locura.., no me despiertes.




(Y esta vez no me atreví a escribirlo.., al menos no aquí ni ahora.
Tristemente, y menos mal, todo acaba saliendo al final. Todas las palabras explotan, duelen y se escapan. Y así quedará algo, cuando en realidad no reste nada.)

8 comentarios:

  1. Nos ahogamos si queremos, y las tormentas son tormentas si queremos que así sean. Muchas veces somos nosotros mismos los que provocamos huracanes porque nos gusta ahogarnos.



    miau de tostadas calientes

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  2. Los nuevos miedos y las nuevas equivocaciones nos nutren para crecer, así que seguramente, en medio de esa tormenta emocional, con tu experiencia y alguna que otra botella de oxígeno, consigas llegar a la orilla para no volver a temer más.

    Musus! =^.^=

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  3. Aprovecha el cambio para mejorar, no para sumergirte en el pozo. El dolor lo-cura, el amor (: Si ves que te planta cara, ¡pelea valiente!


    Lizzie♥

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  4. Leo mucho, leo muchísimo, leo casi más que duermo, y más en verano. He leido autores conocidos, autores desconocidos,autores con fama,autores que probablemente hoy no tengan que llevarse a la boca, poetas... Y hasta que no entré por primera vez en este blog, nunca había leido algo que me llenara tanto...
    Esque no se como diantres lo haces, pero siempre consigues sacarme una sonrisa, aunque se me pongan los ojitos llorosos, nunca puedo evitar sonreir al leer tus textos. Es como si sientieras lo que siento, quizás porque estemos en los mismos odiosos 17, quizás por la empatía, no lo sé.
    Pero por favor nunca dejes de hacer esto, porque siempre vuelven las tormentas, pero tú consciente o inconscientemente siempre me lanzas un flotador, y aquí voy, naufrando sin rumbo, pero sigo viva.


    Eme

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  5. Ojalá me dijeras alguna red social en donde pueda saber más de ti

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