Si lo sé, claro que lo sé. La culpa de todo la tienen estos diecisiete. Que dirán que no, pero es una edad muy complicada, por eso aquella tendencia a dejarse llevar.
Verán, los zapatos de tacón suenan muy bien, pero a mí me hacen pupa en los pies. Los vestidos escotados, las falditas cortas (¿llevas o no llevas nada?), estas camisetas que desde arriba se te ven los pies y de frente el ombligo, las sandalias estas que se llevan ahora, los pañuelos, los fulares, treinta grados, señores, y en la sombra, ponte una pamela, mejor un sombrero de copa. Te invito a una (y nos tomamos siete). Gafas de sol aunque sea de noche. Uh, qué frio, pero lo dices alto, te oye, a tu lado. ¿Un cigarro? No fumas, pero ya te lo estás fumando. Uy, qué tarde. No importa, nadie tiene hora, y si la tenía no es la primera vez que llega tarde. Ay, nosotros nos hemos escapado. Y vuelven a entrar a sus casas por la ventana.
Y por ser tú.
ResponderEliminarY sí, échale la culpa a la edad, al fin y al cabo algún día la perderás de vista.
e_e
te he agragado (creo) haha, un beso lizzie
ResponderEliminarSólo hay una cosa peor que los diecisiete...
ResponderEliminarlos dieciocho!!!
Carpe diem!!!
edad, 19 dias mas, y me voy de los 17, espero y los 18 sean tan buenos como esto.
ResponderEliminarcuidate^^
ponte una pamela, mejor un sombrero de copa. Te invito a una (y nos tomamos siete)
ResponderEliminarEnorme, sobretodo esta parte.
Yo, a veces creo que los diecisiete me van a volver loca, y por cierto, es una buena edad para decir la verdad.
Un beso