sábado, 4 de abril de 2009

Naufragio.


Después de presenciar y sufrir el mayor diluvio que haya tenido lugar en cualquier planeta del universo..., y mira que usamos - o al menos lo intentamos - las sonrisas del de al lado como salvavidas. ¡Y nos hemos ahogado!

Todo lo que conocíamos se reduce hoy a cuatro ruidos, porque hacía días, luego meses y ahora años que yo no escucho tu voz y que yo no soy para ti más que una subida o bajada de marea de vez en cuando, y así, por lo menos, te acordarás de un verano que se fabricó para dos. Pero qué triste, qué sarcástico, ver como nos rendimos, no sin antes intentar recoger los cristales rotos y esparcidos por nuestro parque. Y más triste todavía es conservar aún los cortes y las heridas, que me duelan y yo te duela como si fuéramos nuestra propia enfermedad. Y más sarcástico aún, si puede ser, es que ni siquiera tengamos historia, bien porque no quisimos, o bien porque a alguien se le olvidó la tinta y el papel. Pero algo faltó, y hablando de faltas, ahora me faltas tú, y cada vez que mi corazón pasa lista anota en un latido una falta injustificada.




Te digo que en nuestro parque las hojas tardan mucho en caer, y podría esperar un otoño entero y sin darme cuenta amanecer con tu respiración en mi cuello..

3 comentarios:

  1. Bueno ver que regresó a la escritura!

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  2. Fueron metáforas de la realidad, que acompañan al corazón, haciendo que la razón sienta el dolor, y que el alma, sepa que la mente es suya.

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  3. me gusto lo que escribistes, de hace un par de dias que sigo tu blog

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